Un “hola” que suena lejano,
se
combina con una sonrisa,
—la tuya;
forzada.
Un
corazón,
—el mío; que se
ruboriza,
por la esperanza de una correspondencia imaginada.
Un
beso que sueño,
—un abrazo calentito
inventado.
Unas
miradas que se chocan en el vacío, y se unen
dos
almas, por el mito de un amor a primera vista
un
sentimiento que se expande,
—un amor descontrolado.
He
construido en el poco tiempo que te conozco,
un
mundo tan inmenso, con limites dilatados.
Te
he dibujado en mi mente, perfecta; y he sentido
una
efímera alegría que me ha contentado por segundos,
hasta
que, vueltos a empezar,
—descubro que nunca has existido